Las microalgas pueden convertir el dióxido de carbono de los gases de escape y el nitrógeno, el fósforo y otros contaminantes de las aguas residuales en biomasa mediante la fotosíntesis. Los investigadores pueden destruir células de microalgas y extraer componentes orgánicos como aceite y carbohidratos de las células, lo que puede producir combustibles limpios como bioaceite y biogás.
Las emisiones excesivas de dióxido de carbono son uno de los principales culpables del cambio climático global. ¿Cómo podemos reducir el dióxido de carbono? Por ejemplo, ¿podemos 'comerlo'? Sin mencionar que las pequeñas microalgas tienen un "buen apetito" y no sólo pueden "comer" dióxido de carbono, sino también convertirlo en "aceite".
Cómo lograr una utilización eficaz del dióxido de carbono se ha convertido en una preocupación clave para los científicos de todo el mundo, y las microalgas, este pequeño organismo antiguo, se han convertido en una buena ayuda para fijar el carbono y reducir las emisiones con su capacidad de convertir el "carbono" en " aceite".


Pequeñas microalgas pueden convertir el "carbono" en "petróleo"
La capacidad de las pequeñas microalgas para convertir carbono en petróleo está relacionada con la composición de sus cuerpos. Los ésteres y azúcares ricos en microalgas son excelentes materias primas para la preparación de combustibles líquidos. Impulsadas por la energía solar, las microalgas pueden sintetizar dióxido de carbono en triglicéridos de alta densidad energética, y estas moléculas de aceite no solo pueden usarse para producir biodiesel, sino también como materias primas importantes para extraer ácidos grasos insaturados ricos en nutrientes como EPA y DHA.
La eficiencia fotosintética de las microalgas es actualmente la más alta entre todos los organismos vivos de la Tierra, de 10 a 50 veces mayor que la de las plantas terrestres. Se estima que las microalgas fijan alrededor de 90 mil millones de toneladas de carbono y 1380 billones de megajulios de energía a través de la fotosíntesis en la Tierra cada año, y la energía explotable es aproximadamente de 4 a 5 veces el consumo anual de energía mundial, con una enorme cantidad de recursos.
Se entiende que China emite alrededor de 11 mil millones de toneladas de dióxido de carbono cada año, de las cuales más de la mitad es dióxido de carbono procedente de gases de combustión quemados con carbón. El uso de microalgas para el secuestro fotosintético de carbono en empresas industriales alimentadas con carbón puede reducir en gran medida las emisiones de dióxido de carbono. En comparación con las tecnologías tradicionales de reducción de emisiones de gases de combustión de centrales eléctricas alimentadas con carbón, las tecnologías de reducción y secuestro de carbono por microalgas tienen las ventajas de un equipo de proceso simple, una operación fácil y una protección ambiental ecológica. Además, las microalgas también tienen las ventajas de tener una gran población, ser fáciles de cultivar y poder crecer en lugares como océanos, lagos, tierras salinas alcalinas y pantanos.
Debido a su capacidad para reducir las emisiones de dióxido de carbono y producir energía limpia, las microalgas han recibido amplia atención tanto a nivel nacional como internacional.
Sin embargo, no es fácil lograr que las microalgas que crecen libremente en la naturaleza se conviertan en “buenos empleados” para el secuestro de carbono en las líneas industriales. ¿Cómo cultivar algas artificialmente? ¿Qué microalga tiene un mejor efecto de secuestro de carbono? ¿Cómo mejorar la eficiencia del secuestro de carbono de las microalgas? Todos estos son problemas difíciles que los científicos deben resolver.


Hora de publicación: 09-ago-2024